lunes, 19 de marzo de 2018

¡PARA EL QUE ME BUSCA TENGO COSAS GRANDES!

¡AQUÍ MI PUEBLO VA A CABALGAR MUY PRONTO!
"Amados hermanos que el Señor me los bendiga, vamos a leer  1 Corintios 1al 4, y dice la bendita palabra de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
“Ciertamente no me conviene gloriarme pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor, conozco un hombre en Cristo que hace catorce años, si en el cuerpo no lo sé, o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe fue arrebatado hasta el tercer cielo 
y conozco al tal hombre, si  en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe, que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar ” 
"Amados hermanos yo contemplaba un personaje que cabalgaba hacía donde yo estaba (tirada en el piso), yo contemplaba que ese personaje cabalgaba y cabalgaba hacía donde yo estaba
extendía sus manos y se acercaba más y más a mí  y cuando yo empecé a sentir que el Señor me estaba tomando en sus brazos, cómo sacaba mi espíritu de mi cuerpo y me tomaba en sus brazos,
y amados hermanos empezábamos a cabalgar hacía arriba, hacia arriba...
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...nos detuvimos a una altura ni muy bajo ni muy alto, y el Señor me dijo: 
"Mira sierva, yo te dije que te iba a traer 
y lo estoy cumpliendo, 
lo que yo hablo lo cumplo, 
lo que yo digo lo hago 
es por eso que yo te he traído mi sierva, 
pero primeramente te voy a mostrar 
mis heridas 
para que tu tomes en cuenta, 
para que nunca se te olvide 
lo que hice por  ustedes" 
Llegamos hermanos al trono de Dios, ahí el Señor me empezaba a mostrar sus clavaduras,
  Ahí el Señor me empezaba a mostrar su herida en su costado.
Ahí el Señor me empezaba a mostrar cómo fue azotado, 
ahí el Señor me mostraba todas las marcas que el Señor recibió por nosotros, y me decía: "Mira sierva ustedes no toman en cuenta lo que yo hice por ustedes"
¡Muchos de ustedes olvidan que yo di mi vida por ustedes en la cruz del calvario!
Y me duele cuando mi pueblo me falla, haz de cuenta que me estuvieran abriendo las clavaduras, haz de cuenta que nuevamente me estuvieran crucificando en esa cruz"  
me decía, amados hermanos yo veía al Señor  ¡Como lloraba!  ¡Porque se duele cuando nosotros le fallamos!
Después de eso él Señor me dice: "Sierva te voy a mostrar muchas cosas, te voy a mostrar las calles de oro y el mar de cristal para que tú le digas a mi pueblo la grandeza que tengo para él" empezamos a cabalgar y vimos unas calles preciosas, resplandecientes, y el Señor me decía: "Sierva palpa esas calles de oro porque tú y mi pueblo aquí van a morar, porque aquí mi pueblo va a cabalgar muy pronto" 
¡Yo me regocijaba con mi Señor! Yo me regocijaba cabalgando con el Señor amados hermanos
Después de eso llegamos al mar de cristal, a un mar precioso, un mar cristalino, yo también cabalgaba con el Señor por ese mar precioso, por ese mar cristalino,  
y el Señor me decía: "Sierva todo esto es mío, ¡Todo esto es para mi pueblo! Todo esto yo le he preparado con un amor muy grande para mi pueblo" 
"Sierva ven acá porque te voy a mostrar otras cosas"  entramos a un lugar hermoso donde se palpaba la gloria de Dios, donde se palpaba el poder de Dios, a un lugar grande, un lugar precioso, yo veía mesas y más mesas, yo le pregunté al Señor, Señor y para qué son estas mesas, y el Señor me dice: "Sierva acuérdate de las bodas del Cordero, acuérdate que en estas mesas se llevaran a cabo las bodas del Cordero"
Yo veía la infinidad de esa mesa amados hermanos, yo me quedaba mirando y no podía alcanzar el fin de aquellas mesas, pero lo que me conmovía es que yo veía un ángel parado, y yo le preguntaba al Señor ¿Señor para que hay un ángel en cada mesa y en cada silla? "Ellos están preparando las mesas, porque ya está listo todo", amados hermanos yo veía todas las mesas resplandecientes, todas esas mesas eran de oro, y esas sillas, yo veía esas mesas bien arropaditas, yo veía como venía el ángel y le ponía el tenedor, el cuchillo, la cuchara, las copas,  el plato amados hermanos,

pero todo eso era de oro amados hermanos, y el Señor me decía "Sierva dile a mi pueblo que se prepare, porque yo muy pronto voy por él, para que se venga a gozar conmigo en las bodas del cordero"
¡Era una cosa preciosa amados hermanos! 
¡Una presencia de Dios se palpaba ahí amados hermanos! ¡Era una gloria, una majestad que se palpaba ahí amados hermanos!
Y él Señor me dice: "Sierva ven acá porque te voy a mostrar otras cosas", y fuimos a un lugar donde había puertas muy preciosas, donde había ¡Muchas puertas amados hermanos! yo le dije: Señor ¿Qué hay detrás de esas puertas? Y el Señor me dice: "Detrás de esas puertas están mis discípulos, detrás de esas puertas están mis apóstoles.
 Detrás de esas puertas están todos los que un día anduvieron en la tierra, exaltando y glorificando mi nombre"
Empezamos a cabalgar amados hermanos y llegamos a una puerta que estaba entre abierta, y el Señor me dice "Sierva ven acá porque detrás de esta puerta está María, acércate a oír lo que ella está diciendo, para que tú le digas a mi pueblo, para que tú le digas cómo María sufre" empecé a mirar a una doncella preciosa, una joven tan hermosa amados hermanos, como por una ventanilla muy pequeña empecé a mirarla, ella estaba postrada, llorando con un dolor tremendo, y decía.
“¿Porqué es que me adoran a mí?
¿Por qué si yo no tengo poder?
¿Por qué me adoran a mi si yo no hago nada?
¡No me adoren a mi!
¡No se postren delante de mí porque yo no salvo!
¡El único que salva!
¡El único que redime es

"Qué murió por toda la humanidad"
Mucha gente me hace semejante a él
Y dicen que yo tengo poder
Que yo hago milagros
¡Pero eso es mentira!
Yo no hago nada, decía únicamente
Yo solo viví para que naciera Jesús... 

y muriera por toda la humanidad, 
pero yo no tengo poder yo no puedo hacer nada
¡No se prostren ante de mi!
iNo me adoren a mí!
 Porque yo no soy digna de que me adoren
El único que es digno de que se postren 
y que  le adoren es: 

¡¡¡El único que sana y salva!!!
Yo percibía como aquella joven con un dolor tremendo lloraba, y decía  con una angustia decía  
¡No, no no me adoren a mí!
¿Por qué es que se postran a mí si yo no hago nada?
Mira hermano era una angustia tremenda ver aquella joven, ¡Cómo lloraba con tanto dolor! ¡Con tanta tristeza!
El Señor me dice, "Sierva ven acá porque te voy a seguir mostrando cosas"
Me llevó a un lugar precioso donde se palpaba la gloria de Dios, yo empecé a palpar carreras y más carreras de vestiduras blancas,
¡Túnicas blanquísimas!
¡Vestiduras hermosas amados hermanos!
Yo empezaba a palpar aquella tela y el señor me decía :
"Sierva palpa hasta las figuras, porque todas son para ustedes"
Yo empezaba a mirar carreras y más carreras amados hermanos,  yo palpaba aquella tela finísima, aquella tela resplandeciente y blanquísima que  nunca he palpado en la tierra
Y el Señor me decía: "Sierva estas vestiduras son para ustedes"yo empezaba a mirar como por las mejillas del Señor corría lágrimas  y el Señor me decía: 
"Sierva, muchas de estas vestiduras se van a quedar esperando que las tomen sus cuerpos, muchas de estas vestiduras se van a quedar esperando sus cuerpos, 
porque muchos no me alaban como yo quiero,
 muchos no toman en cuanto lo que yo hago por ustedes, sierva muchas de estas vestiduras ¡Se van a quedar esperando sus cuerpos!
Porque en mi Reino yo no admito cosas sucias, en mi reino yo admito cosas santas, porque mi palabra dice: “Sed santos, porque Yo soy santo 
  Mire amados hermanos yo veía vestiduras y más vestiduras, cada vestidura tenía un nombre y ese nombre  era de oro, en ese momento yo comencé a mirar muchas vestiduras pequeñas, de diferentes tamaños, 
y yo le dije: 
Señor y estas vestiduras ¿Para quiénes son? 
"Estas vestiduras son para mis niños que me alaban 
 son para mis niños 
que van a honrar y glorificar mi nombre a mi casa
 yo también tengo para ellos "cosas grandes"
yo tengo para todo aquel que me "busca",
 yo tengo para aquel que viene a mis plantas,
 yo le doy la vida eterna" 
 Amados hermanos comenzábamos a cabalgar y  comenzamos a llegar a un lugar grandísimo, 
comenzamos a palpar como habían coronas 
y más coronas...
continuará...
¡Maravilloso Dios gracias!
(Precioso testimonio de la niña Janeth Valdera Canela.)