¡Padre…. Santifícalos en tu verdad!
En su última oración, el señor Jesús, pidió santificación para nuestras vidas “santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” Juan 17:17
Cada vez que nos disponemos a leer y meditar la palabra de nuestro Dios, ocurre algo maravilloso nos ponemos en manos del alfarero,
y Él va moldeando nuestras vidas, porque la palabra de Dios, es el instrumento que Dios utiliza para conformarnos a la imagen de su hijo Jesús.
“He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel” Jeremías 18:6b
Tenemos al mejor de los maestros: “El maravilloso Espíritu Santo, el nos enseñará y guiará a toda verdad"
Entonces sabremos en cada circunstancia de nuestras vidas como debemos conducirnos:
¡Conforme a la voluntad de Dios! ¡Nuestras vidas serán como un perfume grato, agradable a la presencia de nuestro Dios!
Estaremos preparados para toda buena obra.
Porque al leer nos vaciamos de nosotros mismos y nos llenamos de Cristo Jesús. Pues Él es el verbo hecho carne. ¡Aleluya!
La Palabra de Dios, es el instrumento que Dios utiliza para convertir nuestras almas a la imagen de Cristo, y este es un proceso que dura toda la vida del Hijo de Dios:
¡Conforme a la voluntad de Dios! ¡Nuestras vidas serán como un perfume grato, agradable a la presencia de nuestro Dios!
Estaremos preparados para toda buena obra.
Porque al leer nos vaciamos de nosotros mismos y nos llenamos de Cristo Jesús. Pues Él es el verbo hecho carne. ¡Aleluya!
La Palabra de Dios, es el instrumento que Dios utiliza para convertir nuestras almas a la imagen de Cristo, y este es un proceso que dura toda la vida del Hijo de Dios:
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Efesios 4:13
¡LEAMOS LA PALABRA DE DIOS!
¡LEAMOS LA PALABRA DE DIOS!
¡Dios te bendiga, con su precioso amor!
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