El día 07 de enero del 2011,
alrededor de las ocho de la noche, la niña MAHBEL NEWSON, de diez años, fue
llevada al CIELO, y esto es lo que ella
vio allí:
¡Mami!, Anoche, cuando
me fui a acostar, vino un ángel alto con muchas luces brillantes y me daban escalofríos verlo a los ojos...
yo dije: ¡¡Que!! Mi hija continuó
contándome, mami, me hacía daño verlo porque brillaba mucho, y me hizo señas
con el dedo de que no hablara, luego me cargo como una bebe, me saco por el
techo de la casa y me llevó al cielo.
Cuando llegamos el señor Jesús me
recibió y cuando lo vi, caí a sus pies y lo adore...
luego dos ángeles me vistieron con una túnica blanca, mi pelo se volvió negro y largo, y me pusieron una corona de oro y unas sandalias...
Luego
el Señor Jesús me dijo: “¿Sabes porque tu estas aquí?” ella respondió no señor, y le dijo: "Te mande buscar para que lleves este
testimonio a todo el mundo, porque ¡¡¡yo voy muy pronto!!! y todo lo que tu veas y escuches ¡tienes que
decirlo!"
Jesús me
tenía sostenida de la mano y en un momento, me solté de la mano
del Señor y corrí y él Señor me dijo, ¡Ven a ver lo que
tengo preparado para ustedes!
Vi
unos edificios bien altos, en oro, pero como transparentes. Cada edificio con
jardines y con flores hermosas de muchos colores.
"Aleluyaaaa, Aleluyaaaa, Aleluyaaaa", pero en coro. Una parte canta "aleluya" y la otra decían "amén".
¡La
grama, en donde estaban las flores, oran
dándole gracias al Señor!
También
las flores se mueven como bailando
según van cantando
y la grama se retorcía de
una forma hermosa.
Los
edificios están en una fila que no tiene final
y están decorados con muchas piedras
brillantes y hermosas.
En
medio de ellos hay una calle de oro brillante,
pero en
los edificios no vive nadie, no había gente. El Señor me dijo:
-Hijita, el día que yo vaya a buscar a mi pueblo, aquí
es donde van a vivir todos los salvos. ¡Todo está listo!, pero estoy
dando la última oportunidad para que nadie se pierda y vengan a vivir todos
aquí.
En
cada edificio había un nombre escrito.
Todo estaba en secciones.
Luego Él me llevo a otro lugar en donde
había muchos bebés con túnicas largas y blancas. El Señor me dijo que esos son los bebés que las
mujeres no los quieren aquí en la tierra. En esa sección hay ángeles especiales para cuidarlos.
También
hay una escuela donde los ángeles les dan clase a los niños más grandes de la Palabra de Dios, y les enseñan como
adorarlo. El Señor me dijo que esos son ángeles profesores.
En
cada una de sus manos cada uno de ellos tenía un libro de oro que decía: Santa Palabra de Dios.
Parecía
una Biblia y los niños también tenían un cuaderno en sus manos de oro y una
pluma de oro.
Había
una sección de ángeles que tocaban instrumentos musicales. Los instrumentos son
bien grandes.
Habían
otros que cantaban en coro; ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!
Yo le dije al
Señor:
-Señor
esa canción la cantan en la Tierra también.
-“Si hijita mía, cuando ustedes cantan una canción de
adoración es porque ya aquí se ha cantado primero”
También
me llevo a un río que parecía una playa porque era muy grande. No le vi el
final, era maravilloso.
Su arena era de diamantes y salía un brillo precioso.
las
piedras que tenía eran de oro y sus caracoles con muchos pececitos de muchos
colores. En toda la orilla había ángeles que parecía que estaban cuidando el
río y el Señor me dijo:
Luego
el Señor me llevó a una sección que estaba llena de personas que estaban todas
vestidas de blanco. Estaban como orando o adorando a Dios. Solo las vi por
fuera porque no podía acercarme a ellas. El Señor me dijo que solo podía verlas
de lejos.
Después
fuimos a otra sección donde había adoración y cantaban. No entendía lo que
cantaban porque era otro idioma. Vi personas en todos los alrededores en
adoración, con coronas de oro en sus cabezas. Salía una luz más fuerte que la
que salía del Señor Jesús…
…y vi que había un hombre sentado en una silla
de oro, una silla muy grande y solo pude ver sus manos y sus pies. Su luz era
muy fuerte, ¡tan brillante...! Vi una parte de su pelo, era largo y blanco y
más abajo del hombro muy brilloso.
Era más alto que los ángeles, aun
sentado era más alto, y ahí le estaban adorando. Quería entrar pero Jesús me
dijo que solo podía ver de lejos, porque yo no podía entrar ahí, que el que
estaba sentado ¡¡¡era nuestro Padre!!!
En
otra sección, el Señor me llevó a un lugar donde había muchos ángeles
escribiendo en un libro. Era un libro muy pero muy grande, y de oro, más grande
que una casa grandotota, y la mesa donde estaba el libro era muy grande también.
Había una sección solo para eso.
En
el libro decía El
Libro De La Vida, y el Señor me dijo que ahí se va escribiendo
todo lo que nosotros hacemos, los que son salvos. Los ángeles son los que
escriben todo, pero me dijo que cuando alguien se arrepiente...
...Él mismo
(Jesucristo) es quien escribe su nombre en El Libro De La Vida con tinta de oro.
También había otra sección con una mesa bien
grande, y un libro bien grande. El Señor me dijo que ahí están los nombres
de los
perdidos.
Había muchos ángeles escribiendo, pero ese libro no era de oro, estaba por
fuera en color blanco, pero por dentro estaba negro.
El
Señor dijo que todo eso es nuestro.
Luego
me llevó a otra sección donde había muchos árboles con frutas y unos jardines
hermosos.
También
me llevó donde se reunían muchos ángeles y muchísimos niños.
Hablé
con uno de los niños y le pregunté, porque todos los demás niños hablaban en
otros idiomas, pero conmigo hablaba en mi propio idioma:
-¿Cómo es que tú hablas mi idioma? –el
respondió-.
-Mis profesores los ángeles nos enseñan a hablar
todos los idiomas.
-¿Quién es tu padre? Y me señaló al Señor.
Después
jugamos todos con el Señor Jesús, y todos los niños jugábamos a las escondidas.
Jesús nos escondía detrás de los edificios y detrás de las flores; y los
ángeles salían a buscarnos.
El Señor y todos nos reíamos. Luego jugamos
al tocadito y
cuando tocábamos a los ángeles ellos volaban y nosotros nos reíamos. Era algo
hermoso. En el Cielo el Señor reía mucho, no era como en el infierno, que Él
lloraba.
En
el Cielo todos eran jóvenes y hermosos.
Vi
también una fila de ángeles y el Señor me dijo que esos son ángeles mensajeros
que traen los mensajes a su pueblo. Había uno adelante y el Señor me dijo:
-Mira, ese es el ángel Gabriel.
Gabriel
tenía el pelo por la oreja, él es rubio, alto y hermoso, aunque todos los
ángeles se parecen mucho. El ángel que me sacó de mi habitación también es
hermoso y muy brillante.
También vi a Jonás, él me dijo:
-¡Bienvenida al Reino de los cielos!.
Luego
el Señor me hizo muchas preguntas. Yo las contestaba pero yo no le preguntaba, porque ante El no hay mucho que preguntarle. Él me preguntó:
-¿Te gusta esto de aquí?
-¡Si
Señor!
-Todo esto es de ustedes, tienes que decir todo lo que has visto y has
oído; y decirle a la gente que se
santifique porque yo voy muy pronto.
Luego
me llevó a otra sección. Ahí habían muchos, pero que muchos ángeles y el Señor
me dijo que ellos están esperando una señal para tocar la última trompeta.
En
una pantalla me mostró lo que pasaría cuando se toque la última trompeta.
Luego vi como la gente en la tierra corría gritando. Vi cuando comenzó a llover fuego del cielo; y la tierra se abría y se tragaba a la gente. Los carros chocaban y la gente gritaba y corrían a los montes. Le pedían ayuda a Dios, pero Él ya había venido.
Seguí
viendo como la gente corría y se quemaban, también vi mucha gente de mi familia
y yo lloraba mucho y le pedí al Señor;
-¡Por
favor, no destruyas al mundo, dale una oportunidad a mi familia!
-Te prometo que yo los voy a llamar y que ellos
van a escuchar mi voz, aunque no todos.
-¡¡¡Ahora hijita mía tienes que volver a la Tierra y
dar este testimonio a todo el mundo, y diles que es la última oportunidad
que yo les estoy dando, porque voy
muy pronto y cuando se toque la trompeta viene el fin!!!
-No puedes quedarte, tienes que ir a dar este testimonio, pero no te
pongas triste porque muy pronto yo iré por mi pueblo y ya te puedes
quedar para siempre aquí.
Maravilloso
testimonio de la niña Mabhel Newson, ¡el cielo es real y el infierno también!. El SEÑOR JESÚS ANHELA SER TU SALVADOR, ¡ENTREGA TU VIDA A ÉL! Y
EL MISMO ESCRIBIRÁ TU NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA. SE FIEL Y HUMILDE, A DIOS Y MISERICORDIOSO CON TU PRÓJIMO, COMO LO FUE ÉL
CONTIGO. Y AL FINAL DE TUS DÍAS AQUÍ EN ESTA TIERRA, ENTRARAS A SU PRECIOSO REINO
POR LA ETERNIDAD.
¡Dios te bendiga, con su precioso amor!
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