1 Pedro 1:18-19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
Cuando permanezco al pie de la cruz veo manos,
pies y costado de Jesús destilando su sangre carmesí.
...Es una fuente preciosa, capaz
de limpiar, lavar y perdonar así como reparar las áreas destruidas de mi vida.
A
través de su sangre preciosa yo fui reconciliado con Dios.
Hoy, necesito recordar que el precio pagado
por mi ha sido muy alto. La sangre preciosa del cordero y por ello necesito vivir en el
mismo valor pagado por mi.
La sangre de Cristo es preciosa por que su poder es capaz
de limpiar todo mi pasado. "Aunque mis pecados sean como escarlata, ellos serán
blancos como la nieve."
Mediante la sangre de Jesús no hay mancha que ha quedado sobre
ninguno creyente, ninguna arruga ni ningún resto de mi vida pasada.
Hoy, mi corazón está nuevamente agradecido al
Señor, por haber pagado tan alto precio por mi. Mediante su sangre él me ha hecho
limpio, quitando las manchas de iniquidad abundante, y permitiendo que yo permanezca
aceptado en el amado, a pesar de las muchas maneras en que yo me he rebelado contra mi Dios.
La sangre de
Cristo es asimismo "preciosa" en su poder preservador. Hoy estoy a salvo del ángel
destructor porque estoy debajo de la sangre preciosa.
A veces no entiendo todo el poder contenido en
la sangre de Jesús, pero cuando el ojo de la fe se opaca, el ojo de Dios es el mismo.
La sangre de Cristo es "preciosa" también en su influencia santificadora. La misma
sangre que justifica echando lejos de mi el pecado después toma la acción, de acelerar la naturaleza nueva y conducirme
por encima del pecado y obedecer los mandamientos de Dios.
No hay móvil para la santidad tan grande como
la que fluye desde las venas de Jesús.
Y esta preciosa sangre tiene poder vencedor, por
que escrito está y "Ellos le han vencido mediante la sangre del Cordero." Ante la
sangre de Jesús! el pecado muere en su presencia, la muerte cesa de ser muerte: las
puertas de cielo se abren. Oh, preciosa sangre..gran precio pagado por mi.
" Señor. Gracias por el precio que haz
pagado por este pobre pecador. Tu amor ha sido y es tan grande. Jamás me abandonas y en tu
sangre no solo encuentro perdón, justificación y santificación sino también
victoria contra el mal.
Ese precio es muy grande así como tu eres grande.
Amén.