domingo, 7 de junio de 2015

¡LAS HERIDAS DE JESÚS, ESTÁN AÚN EN ÉL COMO PRUEBA DE SU GRANDE AMOR!

¡Vuelve a Jesús!
"...Relata un pastor que cuando iba en un viaje, manejando su carro, vio a un anciano caminando en la carretera, decidió ayudarlo invitándole a subir a su carro, este aceptó y mientras viajaban le dijo al pastor: 
- Hijo, ¿Sabes lo que paso anoche, allá en el cielo?
El pastor se asustó y rápidamente paro el carro y pregunto: “Señor, ¿Esta Usted bien? ¿Cómo obtuvo información del cielo?” El anciano respondió diciéndole "Anoche en el cielo, Dios estaba bien enojado contra el hombre, y les dijo a los ángeles que tocaran la trompeta.
Los ángeles levantaron la trompeta y cuando ellos iban a comenzar a soplar la trompeta... 
¡¡¡ JESÚS, se postró delante de Dios!!!
y comenzó a suplicar con lágrimas en los ojos...
y sangre fresca comenzó a brotar de sus manos y de su cuerpo y decía: 
¡¡¡PADRE!!! 
¡¡¡TEN MISERICORDIA!!! 
¡¡¡QUE MI MUERTE NO SEA 
EN  VANO!!!...
...Dios, al ver las heridas de su Hijo amado;
...el dolor de sus santos
.
la perversidad de los malos...dijo:
“¡LES VOY A DAR UNA ULTIMA OPORTUNIDAD!”

Este es un fragmento del relato que comparte un pastor, cuya identidad no la ha revelado, y que al final de su experiencia indica que el anciano se identifica como un ángel, el mismo que luego desaparece.
No sabemos si esta experiencia fue en forma consciente o fue un sueño que Dios le dio. Publicamos esta historia, que denota que el tiempo se ha cumplido, el Señor viene a rescatar a su pueblo. El día de la ira del gran Dios vendrá pronto sobre la tierra. 
El sufrimiento y la intercesión de nuestro Señor por su iglesia ante el Padre, es porque ella  ¡No esta preparada aún! La mayor parte se quedaría en la tierra el día del arrebatamiento.
¿Donde estarás el día del arrebatamiento?
¿Cómo están las vestiduras blancas con las que Cristo te vistió el día que lo aceptaste como tu Salvador?
¡Sin santidad no subiremos en el rapto!
¡Vuelve a Jesús!
¡Él te esta llamando hoy al arrepentimiento! 
¡Él intercede  por ti ante el Padre! 
Humillémonos ante su presencia, dejemos el pecado, arrepintámonos de todo corazón, vivamos en santidad, meditando en su palabra, amándole y adorándole. Nuestro amado Salvador, pago un precio muy grande para darnos salvación. Las heridas en sus manos y sus pies ¡Aún Él las tiene! "Como prueba de su grande amor".
Valoremos su sacrificio en la cruz del calvario y rindámonos a su señorío, permanezcamos en él  y en su palabra, esperando su venida en un PRIMER AMOR. 
¡No descuidemos una SALVACIÓN TAN GRANDE! 

 VOLVAMOS A JESÚS
¡¡¡Y VIVAMOS EN SANTIDAD!!! 
¡¡¡QUE NUESTRAS LÁMPARAS ESTÉN ENCENDIDAS!!!
Para que cuando suene la trompeta subamos a su encuentro...


¡Dios les bendiga!